La disociación es un mecanismo de defensa que consiste en ver algo, a alguien o a nosotros mismos como «sólo buenos» o «sólo malos». Una persona que se disocia ve el mundo en términos de blanco o negro, todo o nada. Implica una incapacidad para integrar los aspectos positivos y negativos en un todo, a menudo idealizando y devaluando alternativamente algo o a alguien.
La separación puede destruir las relaciones y conducir a comportamientos intensos y autodestructivos. Cuando utilizas la ruptura como mecanismo de defensa, tiendes a clasificar a las personas o los acontecimientos en términos absolutos, sin términos medios ni matices. Lo que hace que la disociación sea aún más confusa es que tus creencias a veces pueden parecer sólidas e inmutables o completamente invertidas de un momento a otro.
¿Cuál es el mecanismo de defensa?
Cuando tenemos sentimientos o impulsos difíciles, a menudo buscamos formas de controlar estos sentimientos no deseados. A diferencia de las estrategias conscientes que utilizamos para afrontar el estrés cotidiano, estos mecanismos de defensa funcionan a un nivel totalmente inconsciente. Es una forma de que tu cerebro intente inconscientemente reducir el estrés y restablecer el equilibrio emocional.
Sigmund Freud fue el primero en hablar de mecanismos psicológicos de defensa contra la ansiedad y el estrés, y Anna Freud fue la primera en definir los mecanismos de defensa. Sin embargo, tras esta definición inicial, los científicos siguieron buscando otros posibles mecanismos de defensa. Uno de ellos es la descomposición.
¿Cómo funciona la división o la discordia como mecanismo de defensa?
La disociación es un intento inconsciente de proteger tu ego y evitar el estrés viendo las cosas como todo o nada. La separación te permite olvidar o abandonar fácilmente lo que consideras «malo» y aceptar lo que consideras «bueno», aunque sea perjudicial o peligroso.
La separación suele ser una reacción al miedo al rechazo, al abandono o a otros traumas emocionales. Es una reacción habitual y, a menudo, una capa inconsciente de protección para evitar sentirse herido, rechazado o abandonado.
Puedes tener emociones extremadamente positivas o extremadamente negativas:
- Tú
- Objetos
- Creencias
- otras personas
- Declaraciones
Distribución en diversos trastornos mentales
La disociación se produce en muchas personas durante la infancia o la adolescencia, pero entonces se considera temporal. Si el hábito cognitivo de la disociación persiste en la edad adulta, suele ser parte de un trauma. En algunos casos, se convierte en un trastorno de la personalidad. También implica el uso de otros mecanismos de defensa relacionados, como la idealización y la devaluación.
Separándonos: Trastorno de Identidad Disociativo (DIS)
Cuando te separas, percibes tu lado no deseado como una parte molesta que quieres cortar o separar. Esto suele tener su origen en un trauma de la primera infancia y puede ser a expensas de la integridad de tu carácter, de tu energía mental y, a veces, de una parte importante de tu memoria. Puedes perder la conexión entre tus personalidades o edades. Una combinación de autodivisión y separación puede conducir al trastorno de identidad disociativo (DIS).
El trastorno de identidad disociativo (TID) se caracteriza, entre otras cosas, por la presencia de dos o más personalidades o alteridades y cambios de identidad; el cambio de alteridad hace que sólo se recuerden las cosas vividas por esa personalidad.
«¿Cómo puedo ser Tim?» trata sobre la vida con trastorno de identidad disociativo (DIS), un trastorno en el que distintas partes de la personalidad pueden asumir completamente el control del pensamiento y el comportamiento.
Separación de los demás: Trauma y Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)
Las personas que se divorcian tienen sentimientos diferentes hacia los demás. Muestran una ira extrema que alterna con la alegría. Esto suele deberse a que intentan gestionar sentimientos demasiado conflictivos hacia sus padres o cuidadores. Para un niño es difícil gestionar dos emociones diametralmente opuestas. Desconectarse de los demás es habitual en los traumas de la primera infancia y puede provocar, entre otras cosas, un trastorno límite de la personalidad (TLP).
La disociación es una forma habitual de afrontamiento en las personas con trastorno límite de la personalidad (TLP). De hecho, uno de los criterios del DSM para este trastorno describe la disociación directamente: «Un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre la idealización extrema y la devaluación». Aunque se trata de un criterio del DSM, no significa que todas las personas con trastorno límite de la personalidad estén escindidas. Tampoco significa que todas las personas desestructuradas padezcan trastorno límite.
Fragmentación en el trastorno narcisista de la personalidad
Las personas con trastorno narcisista de la personalidad (TNP) también utilizan la disociación. Se trata también de una forma de disociación en los traumas de la primera infancia. Los individuos que cumplen los criterios diagnósticos del TNP utilizan la disociación como mecanismo central de defensa. A menudo se ven a sí mismos sólo como buenos o admirables y a los demás que no siguen su voluntad o sus valores como francamente malvados o despreciables.
Fragmentación en la depresión
En la depresión, el pensamiento excesivo de «todo o nada» puede crear un ciclo de autoalimentación. Los pensamientos típicos de «todo o nada» son los siguientes:
- Mis esfuerzos tienen éxito o fracasan
- Los demás son muy buenos o muy malos.
- O soy muy bueno o soy muy malo.
- Si no estás con nosotros, estás contra nosotros.
Ejemplo de escisión o separación
- Digo cosas que duelen: Digo algo malo para expresar mi dolor. Luego me disculpo rápidamente y pido a la otra persona que pare.
- Desapego emocional: me siento tan herido que respondo con rudeza o ignoro a alguien.
- Analizo demasiado: Pienso demasiado y veo problemas en todas partes, incluso cuando no existen. A menudo explico mucho las cosas porque creo que nadie me entiende.
- Ignoro a la gente: Si alguien deja de gustarme, dejo de hablarle y hago como si no existiera.
- De molestarte: Tengo miedo de decir algo de lo que pueda arrepentirme.
- Te enfadas por cosas pequeñas: Cuando estoy muy enfadado, convierto un mosquito en un elefante.
- Bloqueo a personas en las redes sociales: de repente ya no quiero quedar ni hablar con alguien que antes era muy importante para mí. Bloqueo a esa persona de las redes sociales hasta que vuelvo a sentirme diferente.
- Cancelación de planes: Despido a la gente y cancelo reuniones, pero vuelvo a hablar con ellos más tarde para decirles lo importantes que son para mí.
- Saco conclusiones extrañas: Saco conclusiones extrañas rápidamente, por ejemplo, creo que ya no le gusto a alguien porque no me corresponde rápidamente.
- Me siento físicamente aislada: Si alguien ya no me gusta, no quiero que se acerque a mí ni que me toque.

¿Cuánto dura una separación?
La fragmentación suele ser cíclica y muy repentina. Una persona que se fragmenta puede ver el mundo en toda su complejidad. Pero a menudo cambian sus sentimientos de buenos a malos.
Cambiar un episodio divisivo puede llevar días, semanas, meses o incluso años.
¿Qué puede causar el hongo de la fisión?
La ruptura suele estar provocada por un acontecimiento que te hace adoptar posturas emocionales extremas. Estos acontecimientos pueden ser relativamente comunes, como un viaje de negocios o una pelea con alguien. Pero a menudo los acontecimientos que desencadenan una ruptura son pequeñas interrupciones que están cerca de tu corazón y que alimentan el miedo al abandono.
Síntomas de una división catastrófica
La avería puede llegar a ser grave o catastrófica si va acompañada de otros síntomas, como
- Acción (actuar sin pensar en las consecuencias)
- Evitación (ignorar deliberadamente un hecho o una realidad)
- Hipocondría emocional (intentar que los demás comprendan lo mucho que te duele emocionalmente)
- Sentimiento de superioridad (la creencia de que eres superior en inteligencia o poder)
- Agresión pasiva (expresión indirecta de hostilidad)
- Proyección (atribuir una emoción no deseada a otra persona)
- Identificación proyectiva (negar tus propios sentimientos, proyectarlos en otra persona y luego comportarte con ella, obligándola a reaccionar contigo con los sentimientos que has proyectado en ella).
¿Cómo afecta la separación a las relaciones?
Una ruptura suele provocar comportamientos extremos -y a veces destructivos- y agitación personal en la relación. Las personas que rompen hablan a menudo de relaciones intensas e inestables. Un amigo un día puede convertirse en enemigo al día siguiente.
A menudo se considera que las personas que se divorcian son demasiado dramáticas o tensas. Este comportamiento puede resultar estresante para quienes les rodean.
Algunas características de la relación son:
- Dificultades para confiar en los demás
- Miedo irracional a las intenciones de los demás
- cortar rápidamente la comunicación con alguien que creen que les decepcionará al final
- Sentimientos rápidamente cambiantes hacia una persona, desde una intensa cercanía y amor (idealización) a una intensa aversión y enfado (devaluación).
- Formar rápidamente relaciones cercanas física y/o emocionalmente
Tratamiento de la avería
La disociación es un mecanismo de defensa que suelen desarrollar las personas que han sufrido traumas tempranos en su vida, como abusos y abandono. El tratamiento a largo plazo implica desarrollar mecanismos de afrontamiento que mejoren tu perspectiva de los acontecimientos vitales. Reducir la ansiedad también puede ayudar.
Si necesitas ayuda para afrontar una situación conflictiva, puedes hacer lo siguiente:
- Calma tu respiración. Un ataque de ansiedad suele ir acompañado de episodios de desconexión. Las respiraciones largas y profundas pueden ayudarte a calmarte y evitar que las emociones extremas te abrumen.
- Concéntrate en todos tus sentidos. Anclarte en lo que ocurre a tu alrededor en ese momento puede ser una buena forma de distraerte de las emociones extremas y ayudarte a afrontar mejor lo que ocurre a tu alrededor. ¿Qué puedes oler, saborear, tocar, oír y ver en un instante?
- Pide ayuda. Si te das cuenta de que estás atravesando una ruptura, deberías buscar ayuda psicológica. El psicólogo puede calmarte y ayudarte a superar la ruptura mientras aún está en curso.
Tratar con un familiar que se separa
No hay una respuesta sencilla a cómo tratar con un familiar que se separa. Sin embargo, hay algunos principios rectores que pueden ayudar:
- Ten empatía. Recuerda que la disociación extrema suele formar parte de un trastorno. Aunque algunas acciones parezcan intencionadas y manipuladoras, tu ser querido no lo hace para complacerse. Es un mecanismo de defensa que utiliza cuando se siente indefenso.
- Aprende todo lo que puedas sobre el trastorno de tu ser querido. Es fácil sentirse ofendido por el comportamiento tibio y gélido de una persona con un trauma o un trastorno de la personalidad. Pero cuanto más sepas sobre el trastorno y cómo afecta al comportamiento, más comprenderás el comportamiento de tu ser querido.
- Conoce los impulsos de tu ser querido. A menudo son los mismos acontecimientos los que desencadenan una y otra vez. Si conoces los desencadenantes de tu ser querido, le haces consciente de ellos y le ayudas a evitarlos o a afrontarlos, puedes evitar un ciclo de desintegración.
- Fomenta y apoya el tratamiento. Con tratamiento, tu ser querido puede vivir una vida mejor. Anímale a que empiece o continúe el tratamiento y aprende todo lo que puedas sobre lo que está pasando. Si es necesario, puedes participar en el tratamiento con tu ser querido.
- Recuérdale a tu ser querido que te importa. Las personas que rompen a menudo temen el rechazo o el abandono. Saber que alguien se preocupa por ti suele ayudar a reducir el comportamiento de separación.
- Mantén la comunicación. Hablar de una situación en cuanto surge te permite aislar el suceso en lugar de amontonar una situación sobre otra. No comunicarte sólo alimentará el miedo al rechazo de tu ser querido.
- Establece límites. Si alguna vez se traspasa ese límite, explícale por qué te retiras e intenta hacerlo de forma imparcial. Si crees que no puedes ayudar a tu ser querido a afrontar los episodios de separación, sé sincero. Dile cuándo debe buscar ayuda profesional.
- Cuida de ti mismo. Esto puede significar encontrar un terapeuta que te ayude a conciliar tus propias necesidades con las de tu ser querido.
- Intenta controlar tu reacción. Si tu ser querido está al límite o herido, recuerda que lo mejor que puedes hacer es controlar tu temperamento. Gritar o reaccionar de forma hostil empeorará la situación.
Puede haber momentos en que necesites tomar medidas más drásticas. Si la relación está perjudicando a tu familia, tu trabajo y tu bienestar, puedes enfrentarte a la realidad de que la relación no puede continuar. Aunque es una decisión muy dolorosa para todos los implicados, en algunos casos puede ser la más saludable.
Conclusión
Las personas desgarradas en situaciones estresantes hacen descripciones extremas de sí mismas, de los demás, de los objetos, de las creencias y de las situaciones. La disociación contribuye a las relaciones inestables y a las experiencias emocionales intensas.
Aunque a veces puede resultar difícil, es posible controlar los síntomas de una ruptura. La ayuda profesional puede ayudarte a gestionar tus ciclos de ruptura.
Cuando estés dividido, debes saber que no estás solo y que tus pensamientos no te definen. La fragmentación es una parte muy real y normal de la vida para muchas personas con traumas, borderline o enfermedades mentales.
Consejos sobre libros
Una cerradura vacía
«El miedo a perder la aceptación paterna acaba siendo tan grande que el niño elige la única alternativa que puede ver: rechaza su propia personalidad. Este paso separa las emociones de la mente. Se convierten en dos entidades separadas».
Laura Dijksman Hurt describe su propio castillo vacío. Repasa su proceso de superación de su perfil límite. Para guiar al lector a través de su tratamiento, primero describe los síntomas y conceptos que ayudan a comprender lo que puede significar el perfil límite. Los capítulos son breves y concisos: El apego, El vacío, Cómo se desarrolla el borderline, La ira, Los efectos, Llevando los síntomas a casa, Mi tratamiento y Una guía para el cuidador.
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