Cuando la vida es desagradable o dolorosa, la gente suele utilizar la fantasía para escapar de la realidad. La fantasía es uno de los mecanismos de defensa o de afrontamiento que el cerebro puede utilizar para escapar de la realidad.
¿Cuál es el mecanismo de defensa?
Cuando tenemos sentimientos o impulsos difíciles, a menudo buscamos formas de hacer frente a los sentimientos no deseados. A diferencia de las estrategias conscientes que utilizamos para afrontar el estrés cotidiano, estos mecanismos de defensa funcionan a un nivel totalmente inconsciente. Es una forma de que tu cerebro intente inconscientemente reducir el estrés y restablecer el equilibrio emocional.
Sigmund Freud fue el primero en hablar de mecanismos psicológicos de defensa contra la ansiedad y el estrés, y Anna Freud fue la primera en definir los mecanismos de defensa. Sin embargo, tras esta definición inicial, los científicos siguieron buscando otros posibles mecanismos de defensa. Uno de ellos es la imaginación.
¿Cómo funciona la imaginación como mecanismo de defensa?
Tu imaginación te ayuda a encontrar alternativas a las situaciones que te hacen infeliz. Por ejemplo, puedes imaginarte que te toca la lotería, que asistes a una reunión de clase en la que todos los demás están peor que tú, que te pide matrimonio tu estrella del pop favorita o que ganas una discusión con tu madre o con un jefe molesto. Este tipo de fantasías son normales y, hasta cierto punto, saludables.
La imaginación se utiliza como mecanismo de defensa de cientos de formas, desde soñar despierto hasta leer una novela. Puedes perderte en la literatura, la música, la televisión, el cine, Internet, las redes sociales, el drama y el teatro, los juegos, el porno o el cosplay. Estas actividades nos permiten evadirnos de nuestros problemas o preocupaciones reales.
Sin embargo, si las fantasías dominan tu vida, pueden llevarte a perder el contacto con la realidad y a no participar en acciones que realmente pueden mejorar tu vida. Evitas los problemas imaginando que no existen o distanciándote de la realidad. Si utilizas regularmente las fantasías como mecanismo de defensa, pueden incluso volverse adictivas y compulsivas, por lo que te resultará difícil dejarlas ir.
Las acciones relacionadas con otros mecanismos de defensa, como ciertas adicciones o la disociación y despersonalización, también tienen elementos de fantasía.
Las fantasías como rasgo o trastorno de la personalidad
Personalidad imaginativa
La personalidad propensa a la fantasía (FPP) es un rasgo de personalidad en el que la persona vive en un mundo imaginario durante toda su vida y se dedica intensamente a él. Quienes la padecen tienen dificultades para distinguir entre fantasía y realidad y pueden experimentar alucinaciones y síntomas psicosomáticos.
Los síntomas son:
- Tener amigos imaginarios en la infancia
- a menudo fantasea de niño
- tienen una identidad imaginaria
- experimentar sensaciones imaginarias como reales
- sensaciones vivas
Y, un poco más hacia dentro:
- fácil de hipnotizar
- Satisfacción sexual sin estimulación física
Los psicólogos estadounidenses Sheryl C. Wilson y Theodore X. Barber descubrieron la FPP hacia 1981 y estimaron que afecta a alrededor del 4% de la población.
Ensoñación desadaptativa (síndrome de soñar despierto)
La ensoñación desadaptativa o síndrome del soñador es un trastorno psiquiátrico descrito por el profesor Eliezer Somer en la Universidad de Haifa (Israel). Este trastorno conduce a una intensa ensoñación que distrae a la persona de su vida real. Las personas que padecen esta ensoñación patológica o fantasía excesiva adoptan papeles y personajes en escenarios que imaginan ellos mismos.
Los síntomas son:
- ensoñaciones extremadamente vívidas con sus propios personajes, escenarios, tramas y otros detalles similares a los de una historia.
- Sueños despiertos provocados por hechos reales
- Dificultad para realizar las tareas cotidianas
- Problemas para dormir por la noche
- un deseo abrumador de seguir soñando
- Realiza movimientos repetitivos durante las ensoñaciones
- Haz expresiones faciales cuando sueñes
- Susurrar y hablar mientras sueñas despierto
- Soñar despierto durante largos periodos de tiempo (de muchos minutos a horas)
Las personas que sufren ensoñación excesiva saben que los escenarios y personajes de sus fantasías no son reales y tienen capacidad para determinar lo que es real, lo que las distingue de las personas con esquizofrenia.
Las fantasías como parte de un trastorno
La imaginación en el trauma
Fantasear puede ser una forma de salir mental o emocionalmente de una situación traumática (alejarte) situándote en un mundo o escenario de fantasía. Esto ayuda a adormecerte y aliviarte del dolor y la rabia actuales.
También existe un modelo de fantasía (MF) de la disociación, que afirma que la disociación no está causada por el trauma, sino que los individuos propensos a la disociación suelen utilizar fantasías como mecanismo de defensa. Sin embargo, este modelo es controvertido.
Fantasía autista
La fantasía como mecanismo de defensa se denomina a veces fantasía autista, cuando la fantasía se utiliza para sustituir a las relaciones sociales. Esta función de la fantasía puede darse no sólo en los trastornos del espectro autista, sino también en la ansiedad social o la alexitimia, por ejemplo.
Por ejemplo, una persona a la que acosan repetidamente en el colegio puede encerrarse en un mundo de fantasía basado en su película favorita. Pasa todo el tiempo en este mundo de fantasía y, como consecuencia, pierde amistades. El rendimiento escolar también puede verse afectado.
Imaginación esquizoide
A veces se habla de fantasía esquizoide como mecanismo de defensa, cuando las personas fantasean para evitar situaciones desagradables. Este mecanismo de defensa suele darse en niños o puede aparecer más tarde en el desarrollo del trastorno esquizoide de la personalidad.
Las personas con trastorno esquizoide de la personalidad tienen una fuerte imaginación en la que suelen encerrarse. También suelen tener relaciones imaginarias complejas en lugar de relaciones reales. En sus fantasías, tienen un control total sobre lo que ocurre, lo que hace que las relaciones imaginarias sean más seguras. Algunas personas con trastorno esquizoide de la personalidad crean mundos de fantasía tan intensos y detallados que se convierten en autores famosos.
Fantasías y psicosis
Las personas con esquizofrenia no pueden distinguir entre realidad y fantasía. Por lo tanto, existe la percepción de que las ensoñaciones y las fantasías son factores importantes en la aparición y el mantenimiento de la psicosis delirante.
Sin embargo, los resultados de varios estudios no respaldan la idea de que los pacientes psicóticos sueñen despiertos con mucha frecuencia o intensidad. Más bien, los pacientes psicóticos tienden a inhibir aspectos de la fantasía normal.
Fantasía con otros trastornos
- En un estudio de pacientes deprimidos, se descubrió que el estilo de fantasía negativa estaba asociado a la depresión clínica.
- Los trastornos del sueño también se han relacionado con un estilo de imaginación negativo.
- La ensoñación extrema o inapropiada se da en el TDAH y en el TOC.
Otras formas de fantasías como mecanismo de afrontamiento
Bondage de fantasía o bondage de fantasía
Una forma particular de fantasía como mecanismo de defensa es la conexión imaginaria, según Robert Firestone. Describe la ilusión de que de niño te vinculaste con tu progenitor o cuidador, normalmente tu madre, cuando tus padres no estaban disponibles o no satisfacían tus necesidades. Más adelante en la vida, este vínculo imaginario crea una ilusión de amor que impide el contacto emocional real con otra persona.
Todas las personas tienden a establecer conexiones imaginarias con otras personas en distintos grados. Muchas personas temen la intimidad y, al mismo tiempo, temen estar solas. Una conexión imaginaria te permite mantener cierta distancia emocional al tiempo que alivia la soledad, pero esta conexión reduce las posibilidades de éxito en una relación.
Recursos
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